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domingo, 1 de septiembre de 2013

Monseñor William Dermott Molloy, tradujo la Biblia al quechua

Monseñor William Dermott Molloy, obispo irlandés que tradujo la Biblia al quechua, ha fallecido en Lima tras una intensa vida de servicio al pueblo peruano y a la Iglesia.

Molloy fue ordenado sacerdote en 1955, consagrado obispo en 1976 y trasladado a la diócesis de Huancavelica en 1982, en la sierra central del Perú, a 3800 metros sobre el nivel del mar.

Opus Dei - Mons. Molloy leyendo la versión quechua de la Biblia.
Mons. Molloy leyendo la versión quechua de la Biblia.
El pasado mes de julio, el Congreso de la República le otorgó la Medalla de Honor en el Grado de Caballero, en reconocimiento a su infatigable labor pastoral, educativa y asistencial durante cerca de treinta años en el departamento más pobre del Perú.


Opus Dei - Multitudinaria despedida a restos de Monseñor Molloy. Foto: Diario Correo.
Multitudinaria despedida a restos de Monseñor Molloy. Foto: Diario Correo.
Como reconocimiento a su labor pastoral, en enero de 2006, en el marco de la 87ª Asamblea Plenaria, los obispos del Perú le otorgaron la Medalla de Santo Toribio de Mogrovejo, por su servicio a la Iglesia en el Perú.

Monseñor Molloy, que formó parte de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, asociación de clérigos intrínsecamente unida al Opus Dei, llegó al Perú después de trabajar en la diócesis de Alabama (EEUU). Durante catorce años estuvo al frente de una parroquia campesina en Huancarama (Apurímac), donde aprendió el quechua. En 1976 fue consagrado obispo auxiliar de Huancavelica y desde 1982, ya como obispo titular, supo dirigir la diócesis en momentos difíciles por la pobreza material y por el terrorismo. 


Opus Dei - Mons. Demetrio Molloy inició el seminario diocesano
Mons. Demetrio Molloy inició el seminario diocesano "Nuestra Señora de la Evangelización"
Mons. Molloy fue un gran impulsor de la cultura quechua. Realizó la edición de la Biblia Quechua-Castellano así como la edición del catecismo Quechua-Castellano y la edición Quechua del Misal Romano. También tradujo al quechua Camino, la obra más conocida de san Josemaría Escrivá.

Promocionó la atención a los niños y ancianos abandonados con la creación de comedores populares y asilos de ancianos, y se preocupó por la formación de los jóvenes con la creación de varios centros educativos. Impulsó la restauración de iglesias coloniales de la zona entre otras muchas actividades de rescate del patrimonio cultural de Huancavelica. 


Opus Dei - El congresista por Huancavelica, Wuilliam Monterola, hace entrega de la Medalla de Honor, en presencia del Cardenal Juan Luis Cipriani.
El congresista por Huancavelica, Wuilliam Monterola, hace entrega de la Medalla de Honor, en presencia del Cardenal Juan Luis Cipriani.
Además, por intermedio de Cáritas, impulso diversas obras de proyección social en el mundo campesino. La formación de los catequistas rurales y la promoción vocacional al sacerdocio y a la vida religiosa fueron algunas de sus prioridades.


 http://www.opusdei.es

jueves, 29 de agosto de 2013

“Cuando a su lado me llame, en mi caballo iré”

Artículo escrito por el P. Santos Doroteo Borda, con motivo del reciente fallecimiento de Mons. Demetrio Molloy, obispo emérito de Huancavelica, el 19 de agosto de 2013.

2013/08/22

Opus Dei - Entierro de Mons. Demetrio Molloy en Huancavelica
Entierro de Mons. Demetrio Molloy en Huancavelica
Querido Tayta Demetrio:

En tu “caballo blanco”, acabas de partir a la Casa del Padre Eterno, después de ocho años de enfermedad. Como eres valiente, nuestro Dios te bendijo con una de las cruces más pesadas y has sabido llevarla con elegancia. No sólo cargaste tu cruz con amor, sino que en ella nos llevaste a todos tus hijos.

Recuerdo vivamente, el día que me confesé contigo por primera vez. El templo estaba abarrotado de fieles y no había sitio. Me esperabas detrás de la iglesia, sentado en una banca, a la sombra del ciprés. Tus manos posaban sobre tus rodillas y yo a tu derecha… Comparé mis sucias y negras manos con las tuyas, limpias y blancas. Pensé que eras un ángel y no me equivoqué, pues ese candor y esa sencillez lo has sabido llevar con pulcritud todos los días de tu vida.

Te recuerdo hablando el quechua mejor que nadie e hiciste del runasimi tu segundo idioma. Ahora entiendo que te “encarnaste” perfectamente con el pueblo de Huancarama: “Me he hecho débil con los débiles para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos…” (1 Cor. 9,22)”. 

Opus Dei - Mons. Molloy leyendo la versión quechua de la Biblia
Mons. Molloy leyendo la versión quechua de la Biblia
Cada vez que venías de misiones, después de la Santa Misa, los niños de Arcahua esperábamos con ansias los ricos caramelos. Te adelantaste al pedido del Papa Francisco, pues fuiste el “pastor que huele a oveja”, ya que compartiste nuestras vivencias y costumbres y, sin reparos, comías el mote con el queso y tomabas la chichita de qora. Cómo no recordar las películas del “Gordo y el Flaco”, las de “Charles Chaplin”. Y no te daba asco dormir en los pellejos de oveja.

Era año 1975, el mes de octubre, cuando hablaste que se estaba abriendo el Seminario en Abancay y sugeriste que los niños que quisieran ser sacerdotes debían apuntarse en la parroquia de Huancarama. Mi madre y mi hermana entendieron que ése era el momento que esperaban para irme contigo a Abancay.

Quienes se cruzaban por tu camino, experimentaban la grandeza de tu corazón. Amaste con ternura a mi humilde familia. Recuerdo que por unos cigarros, mi padre Gregorio, saltaba como niño, cuando bajabas la mano y la levantabas otra vez. Y tú reías con ello, igual que un niño.

Opus Dei - P. Doroteo Borda y Mons. Demetrio Molloy
P. Doroteo Borda y Mons. Demetrio Molloy
Recuerdo que recorrías nuestros pueblos en tu caballo alazán, repartiendo alegrías en los corazones. Ahora paseas en tu “caballo blanco”, igual que cantabas: “A Tayta Dios le pido y Él lo sabe muy bien, cuando a su lado me llame, en mi caballo iré”. Ahora, en el cielo, con tu amigo Enrique Pèlach, excelentes jinetes, cabalgan en albos corceles.

Querido padre Demetrio: ahora que ya estás en la Casa del Padre Eterno, pide para que tus hijos sepamos cabalgar como lo hacías tú. Que seamos generosos y no busquemos otra cosa que la santidad. Desde el lomo de tu “caballo blanco”, bendice a tu pueblo de Huancarama y tu querida diócesis de Huancavelica.

Gracias porque fuiste el instrumento idóneo para que descubriera mi vocación sacerdotal y por el don del santo Bautismo con que me diste vida en Cristo, en nuestro querido pueblo de Huancarama.

Me encomiendo a tu intercesión, tu hijo, 

Santos Doroteo Borda López, Pbro.
http://opusdei.org.pe

viernes, 5 de julio de 2013

SAN JOSEMARÍA ESCRIVÁ DE BALAGUER Y LA PRELATURA DE YAUYOS


La Santa Sede encargada a sacerdotes del Opus Dei la dirección de la Prelatura de Yauyos


La toma de posesión de la Prelatura de Yauyos fue el 2 de octubre de 1957. Sin embargo, podemos decir que la historia de esta Prelatura empieza antes. Empieza cuando el Papa Pío XII encarga a sacerdotes del Opus Dei[1], cuyo Fundador y Presidente General era San Josemaría, la dirección de esta jurisdicción eclesiástica. Este había pedido al Papa, entre las varias posibilidades que el Santo Padre le ofrecía, que le dieran el territorio que nadie quería … Y le dieron Yauyos y Huarochirí. Quizá haya sido ésta una de las últimas decisiones de Pio XII, que por entonces estaba ya muy enfermo. Va a morir un año después, el  7 de octubre de 1958. Esta decisión suponía una gran confianza de Pío XII en el Opus Dei.

Pío XII sentía una especial estima por el Opus Dei. Un acto suyo que revistió particular trascendencia fue la aprobación del Opus Dei. El Papa le otorgó el “decreto de alabanza”, o primera aprobación pontificia, el 24 de febrero de 1947 erigiéndolo en instituto secular. El 16 de junio de 1950, Pio XII concedió al Opus Dei la aprobación definitiva, que permitía la admisión de personas casadas y la adscripción de sacerdotes diocesanos a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Por esos años el Opus Dei suponía una gran novedad para la vida cristiana en la Iglesia y en el mundo. Por eso, las aprobaciones de Pio XII suponían una gran confianza en la “Obra”. Esto explica la confianza de encargar al Opus Dei la dirección de la Prelatura de Yayos el año 1957. Además, hay que tener presente que la década de los 50, que comprende los últimos años del pontificado de Pío XII, coincidió con el período histórico de la descolonización, que afectó a varios continentes, y de modo especial a África y Asia. Como este fenómeno afectaba de modo directo a la acción misional de la Iglesia, Pio XII puso y pidió al mundo católico la prosecución del esfuerzo misionero, con el fin de afianzar aquellas jóvenes iglesias y defenderlas de los riesgos que podían amenazarlas, como las rivalidades étnicas, el materialismo, el comunismo y la expansión islámica. En episcopados continentales, cuya primera  expresión de importancia fue la primera Conferencia General de Episcopado Latinoamericano, celebrada en Río de Janeiro, en 1955, y la fundación del CELAM. Estos antecedentes explican la decisión de enorme confianza de Pío XII de encargar la Prelatura de Yauyos al cuidado de sacerdotes del Opus Dei.

El Fundador del Opus Dei se preocupaba de enviar sacerdotes a la Prelatura de Yauyos
El Opus Dei había asumido la responsabilidad, delante de Dios y de la Santa Madre Iglesia, de atender espiritualmente esta Prelatura. Y, desde el primer momento, el Fundador de la Obra se preocupó de que se incorporaran sacerdotes a esta labor.
La carta que transcribimos demuestra ese interés:

“Que Jesús me guarde a esos hijos de Yauyos.
(…) Yo os sigo os acompaño siempre, en vuestra labor sacerdotal, en vuestra anécdotas que me dan envidia, en vuestra aparente soledad.

¡Cuándo rezo por vosotros!
Sé que van dos hermanos vuestros a Yauyos ahora, y estoy seguro de que en el próximo año podrán ir todos los demás que hacen falta.

A todos y a cada uno de esos hijos, me gustaría verles despacio y charlar. Espero que el Señor me dé esa alegría cuanto antes: yo también tengo corazón y pulmones para Yauyos.

Que estéis contentos.
Que os queráis.
Que estéis muy unidos.
Que me cumpláis las Normas, y así todo irá siempre bien.
Un fuerte abrazo.
Os quiere, os encomienda a la Santísima Virgen y os bendice cariñosamente vuestro Padre”.

En otra ocasión escribía:

Queridísimo Ignacio y todos: que Jesús me guarde a esos hijos de Yauyos.
¡Cuanto deseo tenía de escribiros!
Pero ya os han ido comunicando cómo, entre enfermedades y labor inaplazable, resultaba casi imposible llenar una cuartilla.
Estoy especialmente pendiente de vosotros: os encomiendo, os hago encomendar, os acompaño y me pongo orgulloso de vosotros.
No se me ocultan las dificultades de esta tarea de roturación: tratamos de que, cuanto antes, vayan otros hermano vuestros hasta que seáis veinte y el Prelado”.

Estos refuerzos son el fruto de las oraciones y mortificaciones de San Josemaría, de la generosidad de estos sacerdotes y sus familiares, y del permiso de sus respectivos obispos.

San Josemaría Escrivá visita la Prelatura de Yauyos

San Josemaría visitó el Perú el año 1974. El 13 de julio de dicho año estuvo en Cañete y visitó el Instituto Rural “Valle Grande”, “Condoray” y el Seminario Mayor. El pueblo cañetano recibió con mucho cariño al Fundador del Opus Dei.

Era el agradecimiento por la siembre del amor a Dios en nuestras tierras, de personas que se habían tomado en serio la santidad.

Aquella vez los sacerdotes de la Prelatura de Yauyos, entre otros, asistieron a una tertulia con San Josemaría en Lima y se quedaron pasmados cuando el Fundador del Opus Dei se arrodilló para besar las manos de cado uno antes de empezar la tertulia. Mons. Novato Martín los momentos vividos en aquella ocasión:

Fue en Lima, antes de empezar una tertulia. Estábamos varios sacerdotes de la Prelatura cuando vemos que el Beato Josemaría se arrodilla en el suelo y pide besar las manos de sus hijos sacerdotes. Éramos bastantes y al Padre no le importaba dedicar todo el tiempo que hiciera falta. Nos emocionamos muchísimos, más de uno se echo a llorar. A mí, cuando me cogió las manos y me las besó sentí una alegría muy grande y me salió del fondo del alma un: ¡gracias Padre!, por ese beso y por todo lo que el Padre significaba para mí”.  Esto narraba Mons. Novato cuando Josemaría Escrivá aún era Beato.

“Todos quedaban muy agradecidos – comentaba Mons. Frutos- no solo por la respuesta acertada sino por la presencia de un santo que acercaba a Dios. Además el Beato Josemaría fue un hombre nos amó primero. Vi y conocí al Beato Josemaría en Roma en 1972. Recuerdo sus detalles de cariño, le oí decir que había que sacar muchas vocaciones, que eso era lo nuestro, en la despedida me dijo: ‘ … siento que te marches hijo mío’ … y me dio la bendición” Yo le dilas gracias por todo. Años después en Lima el Beato Josemaría de rodillas me besó las manos agradeciendo mi fidelidad. Ahora le digo: ¡gracias Padre por tu fidelidad! Me parece una figura excepcional para la Iglesia, de esas que salen muy pocas cada siglo y que ha dejado un camino de santidad y apostolado. Su figura se agigantará cada año. Es un modelo para todos y un intercesor seguro y eficaz.”

La gran preocupación de San Josemaría por los sacerdotes de Yauyos: material, salud, espiritual

San Josemaría tenía una especial preocupación por los sacerdotes de Yauyos. Esta referencia llegaba hasta los detalles más pequeños. En cierta ocasión le hacía esta recomendación a Mons. Ignacio:

“Hijo mío, no dejéis de afeitaros todos los días; porque si, por las circunstancias, os abandonáis y dejáis estos detalle, dejaréis otras muchas cosas que perjudicarían vuestro trabajo ”.

La prelatura de Yauyos se siente especialmente vinculada a San Josemaría. Lo que actualmente tenemos en la Prelatura, es gracias su generosidad y al a entrega y sacrificios de quienes, dejándolo literalmente todo, vinieron a estas tierras, a las serranías de Yauyos y Huarochirí, a dar sus vidas (algunos están enterrados aquí) de manera silenciosa y escondida, pero eficaz, con la eficacia de la santidad y del trabajo bien hecho, con la eficacia de la fidelidad a la Iglesia.

San Josemaría ha sido y es el alma de la labor que desde 1957 se viene realizando en estas tierras de Yauyos, Cañete y Huarochirí. Por otro lado, no se ha tratado solamente de una labor religiosa, espiritual. Es también una labor humana, social, cultural. Las acciones realizadas no son contabilizables de tal manera que se las pueda enmarcar en un cuadro estadístico. Sin embargo, no podemos dejar de decir que Dios ha bendecido la generosidad de quienes han trabajado en estas tierras con abundantes vocaciones sacerdotales y religiosas, con movimientos cristianos que van a la raíz de la persona humana, ext.

Con motivo de las primeras ordenaciones de sacerdotes formados en el Seminario Mayor de la Prelatura de Yauyos en 1978, en la Hoja Dominical de la fecha, se hacía el siguiente comentario, después de agradecer a los sacerdotes venidos de España que habían trabajado y seguían trabajando en estas tierras, se agradecía “de un modo muy especial a Mons. Josemaría Escrivá de Balaguer, quien tenía en Yauyos puesto un trozo de su corazón, pues su oración por Yauyos, desde Roma, era constante, así como su cariño y sus cartas de “¡ánimo, adelante, estáis haciendo una labor muy sobrenatural!”



[1] Esta expresión es importante: “encarga a sacerdotes del Opus Dei”. Una de las cosas que le insistió en varios ocasiones San Josemaría a Mons. Sánchez-Moreno, como me lo refería en conversación tenida el 21 de junio del 2007, era respecto a que la Prelatura de Yauyos había sido encargada a sacerdotes del Opus Dei. Una ocasión de ellas fue cuando el obispo de Yauyos había viajado a Europa para dar a conocer, en diferentes lugares de Alemania, la labor que se realiza en Yauyos, pero no sabía que título darle a todo el material preparado (eran filmaciones y diapositivas). San Josemaría le dijo entonces que exponga “La labor en la Prelatura de Yauyos encargada a sacerdotes del Opus Dei”. Así como esta, hubo otras ocasiones en que le insistió en lo mismo.

Fuente: Publicaciones de la Prelatura de Yauyos en el 2007: "Breve reseña histórica de la Prelatura deYauyos 1968-2007"
pg.  205-210
Autor: Pbro. Lic. Héctor Francia Cuya
Seminario Mayor San José

jueves, 7 de febrero de 2013

Monseñor Enrique Pelach i Feliu





La diócesis de Abancay ha iniciado el proceso de beatificación de Mons. Enrique Pèlach y Feliu, quien fuera obispo de esa circunscripción de 1968 a 1992. La labor pastoral de Mons. Pèlach es impresionante: construcción de asilos, comedores, dispensarios médicos, iglesias, seminarios, edición de catecismos y otros libros pastorales. Del Catecismo que escribió con Mons. Antonio Kühner (Editorial Andina, 1975) se han vendido más de cien mil ejemplares. Algo se puede leer en su autobiografía: "Abancay. Un obispo en Los Andes" (Rialp, 2005). 

Don Enrique Pèlach nació en Gerona en 1917. Se ordenó sacerdote en 1944. Realizó estudios de Misionología en Roma, donde conoció a San Josemaría Escrivá. Fue el primer socio agregado de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Vino al Perú en 1957 para trabajar en la Prelatura de Yauyos. Falleció en Abancay en olor de santidad en el año 2007.



Aquí se puede leer una reseña más amplia de su vida y aquí una poesía compuesta con motivo de su fallecimiento, de la que anoto unos versos: 
¡Abrid los ojos, hermanos abanquinos!
Cristo dijo: "Por los frutos os conoceréis".
Ahí están los frutos de su oración, entrega y fidelidad:
Preocupación por el clero: los Seminarios "la niña de sus ojos".
Devoción a la Virgen: los Santuarios.
Amor a la Eucaristía: los Templos.
Compasión por los enfermos: Centro Médico "Santa Teresa".
Cuidado de la juventud: Hogares estudiantiles.
Empeño en dar doctrina: Catecismos y guías cristianas.
Amigos míos: Obras son amores y no buenas razones.
Betafilms hizo un bonito reportaje de su trabajo, que se puede ver en Youtube. 

Quienes hayan recibido favores por intercesión de Mons. Pèlach, pueden dejar constancia de ello en el siguiente mail: obispadoabancay@speedy.com.pe.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

San Josemaría Escrivá de Balaguer


La Iglesia Católica celebra la fiesta de san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, el 26 de junio. 
Josemaría Escrivá nace en España el 9 de enero de 1902 y fallece en Roma, el 26 de junio de 1975. El 2 de octubre de 1928 Dios le hace ver el Opus Dei.
1902 - 1914

Una familia cristiana

Recordaba con agradecimiento, cómo sus padres le fueron iniciando, paso a paso, en la vida cristiana
1914 - 1918

Huellas en la nieve

Puede sorprender que un motivo tan pequeño —unas pisadas en la nieve— baste a un adolescente para tomar una decisión tan grande: entregar a Dios su vida entera; pero ése es el lenguaje con el que Dios suele llamar a los hombres y así son las respuestas, los signos de fe, de las almas generosas que buscan sinceramente a Dios
1918 - 1925

Los años del Seminario

¿Por qué me hago sacerdote? El Señor quiere algo; ¿qué es? Y con un latín de baja latinidad, repetía: Domine, ut videam! Ut sit! Ut sit! Que sea eso que Tú quieres y que yo ignoro. 
Josemaría presentía que Dios le estaba preparando para algo. ¿Qué era? No lo sabía.
1925 - 1928

Entre pobres y enfermos

En los pobres, los enfermos, los ignorantes, los desheredados, los niños, encontraba la fuerza para cumplir el inmenso proyecto que el Señor había puesto aquel día sobre sus espaldas. Fue la escuela del dolor en la que se templó su alma.
1928

1928. Fundación del Opus Dei

“Tenía yo veintiséis años, la gracia de Dios y buen humor, y nada más. Y tenía que hacer el Opus Dei”.
1928 - 1936

Los primeros años

Durante los años 1928, 1929 y 1930, San Josemaría tenía que llevar a cabo aquel querer divino, pero no contaba ni con personas preparadas ni con medios económicos para realizarlo. Se apoyaba en la oración y en la mortificación, y pedía sin cesar a los pobres y enfermos que atendía que ofrecieran sus dolores por aquella intención.
1936 - 1939

Años de guerra

En España, se había desatado, además de la guerra fratricida, una fuerte persecución religiosa, una de las más sangrientas de la historia de la Iglesia. Como tantos otros sacerdotes, don Josemaría corría peligro de muerte por su misma condición sacerdotal; y sufrió grandes riesgos e incertidumbres.
1938 - 1945

Recomenzar

Al terminar el paso de los Pirineos, tras una breve estancia en Pamplona, se estableció en Burgos. Desde allí, en un país devastado y en medio de muchas estrecheces, desarrolló un intenso apostolado.
1939 - 1946

Al servicio de los sacerdotes

“Yo comencé a dar muchos, muchos cursos de retiro espiritual —se hacían de siete días en aquella época—, por diversas diócesis de España. Era muy joven, y me daba una vergüenza tremenda."
1946

El fundador del Opus Dei viaja a Roma

Cristo, María y el Papa eran los grandes amores de su vida. Ahora, por fin, estaba allí, muy cerca del Vice-Cristo, aquella noche del 23 al 24 de junio de 1946.
1946 - 1951

Alegrías, dolores, esperanzas

“¿Sabéis por qué la Obra se ha desarrollado tanto? Porque han hecho con ella como con un saco de trigo: le han dado golpes, le han maltratado, pero la semilla es tan pequeña que no se ha roto; al contrario, se ha esparcido a los cuatro vientos...”
1946 - 1951

La expansión apostólica

De 1946 a 1960 el Opus Dei comenzó la labor apostólica en diversos países: Portugal, Italia, Gran Bretaña, Francia, Irlanda, Estados Unidos, Kenia, Japón, son sólo algunos. Fueron años de dolor físico: la diabetes era para el Padre causa de fortísimos sufrimientos. Vivía con un constante dolor de cabeza, tenía mucha sed, sobrepeso y otras disfunciones caprichosas propias de esa enfermedad.
1952 - 1970

De cien almas nos interesan las cien

San Josemaría había visto, en la luz fundacional del 2 de octubre, que el Opus Dei se dirigía a todo tipo de personas.
1962 - 1965

El Concilio Vaticano II

El 25 de enero de 1959, al conocer la noticia de la convocatoria del Concilio, el fundador del Opus Dei manifestó su alegría y esperanza, y comenzó a rezar y a pedir oraciones “por el feliz éxito de esa gran iniciativa que es el Concilio Ecuménico”.
1970 - 1971

Años difíciles

”Si rezamos todos juntos, si ponemos un poquito de nuestra buena voluntad, el Señor nos dará su gracia y pasará esta noche oscura, esta noche tremenda. Vendrá el alba, la mañana llena de sol.”
1970 - 1975

Viajes de catequesis

San Josemaría decidió lanzarse al ruedo para confirmar a las gentes en la fe y darles razón de su esperanza, y a partir de 1970 realizó largos viajes de catequesis por diversos países del mundo.
1975

Busco tu rostro, Señor

Su alma se consumía en el afán de contemplar, cara a cara, el rostro del Señor: “¡Señor, tengo unas ganas de ver tu cara, de admirar tu rostro, de contemplarte...!
1975

Os ayudaré más

El 26 de junio a las 12 de la mañana falleció en su lugar de trabajo. La noticia de su fallecimiento se difundió rápidamente por todo el mundo.


Para profundizar en el Santo y sus enseñanzas : audiotextos de San Josemaría Escrivá disponibles gratis para oir o descargar, uno a uno. La solución ideal para oirlos, con el PC o con el móvil, sin tener que bajarlos y organizarlos en tu máquina. Si lo deseas puedes incrustar, uno o varios, de estos audiotextos en tus espacios en Internet ( Web, Facebook, Blog, etc ) de modo que se puedan escuchar sin salir de tus páginas.Ahora hay unos 18, la idea es ir subiéndo el resto poco a poco. Este es el enlace :http://audiotextosdesanjosemariaescriva.ivoox.comEn nombre de los/las beneficiados/as, por favor difúndelo. Gracias.
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