Cerca de 17 millones de jóvenes de todo el mundo han acudido a los encuentros internacionales con el Papa, que se remontan a 1984, año en el que se celebró en la Ciudad del Vaticano el ´Jubileo de la Redención´.
En Madrid se espera un millón y medio de asistentes.
De las 25 Jornadas de la historia, una decena se han celebrado en distintos lugares del mundo --Buenos Aires (Argentina), Santiago de Compostela (España), Czestochowa (Polonia), Denver (Estados Unidos), Manila (Filipinas), París (Francia), Roma (Italia), Toronto (Canadá), Colonia (Alemania) y Sidney (Australia)--, y es la de Manila la que alcanza el récord de asistencia, con cinco millones de jóvenes.
Según los datos recopilados por Europa Press, a la capital filipina le sigue Roma, con 3 millones de asistentes; Colonia, 2,5 millones; Czestochowa (1,6 millones), París (1,2 millones), Buenos Aires (1 millón); Toronto (800.000); Denver (500.000); Santiago de Compostela (400.000); y Sidney (300.000).
La historia de la JMJ se remonta al Domingo de Ramos de 1984, cuando el Papa Juan Pablo II convocó a los jóvenes de todo el mundo a asistir a la Ciudad del Vaticano para celebrar el Año Jubileo de la Redención. A este acto acudieron unos 300.000 jóvenes.
Un año más tarde, y con motivo del Año Internacional de la Juventud, declarado por Naciones Unidas, el ahora beato Juan Pablo II volvió a invitar a los jóvenes al Vaticano y fue en aquel encuentro donde anunció la creación de las jornadas mundiales de la juventud.
En la primera JMJ, Juan Pablo II escribió una carta a todos los jóvenes del mundo en la que les pedía que estuvieran "siempre prestos a testimoniar la esperanza (que estaba en ellos)". A partir de este momento, se instaura la celebración anual de la JMJ, que se realiza en cada diócesis el Domingo de Ramos, aunque la ceremonia principal, que es la que se sigue en todo el mundo, es la Misa que el Papa celebra en la Plaza de San Pedro ese día.
Asimismo, cada dos o tres años, la JMJ se conmemora fuera del Vaticano. Cada encuentro internacional tiene como lema una frase de la Biblia y todos cuentan, además, con un himno. Ambos invitan a los jóvenes a reflexionar sobre el Evangelio y los aspectos que el Papa quiere resaltar en el encuentro.
De esta manera, en 1987 un millón de personas fueron convocadas por el Papa Juan Pablo II en Buenos Aires para "construir una sociedad mejor" y el himno de esta jornada, que se titulaba ´Un nuevo sol´, tenía como objetivo destacar que el amor era el único camino para construir una nueva civilización.
La siguiente Jornada Mundial de la Juventud se celebró dos años más tarde, en 1989, en Santiago de Compostela, donde se juntaron miles de jóvenes peregrinos. Este encuentro internacional fue ampliado con tres días de catequesis antes de la celebración final, que tuvo lugar en el Monte del Gozo. El tema elegido por el Pontífice se basó en la frase de San Juan "Yo soy el camino, la verdad y la vida".
La siguiente parada tuvo lugar en 1991 en la ciudad polaca de Czestochowa, que representó la primera cita de Juan Pablo II con millares de jóvenes en un país de la Europa del Este. Para esta ocasión, eligió la frase de San Pablo a los romanos "habéis recibido un espíritu de hijos". Además, el himno ´Abba padre´ contemplaba la relación de cada persona con Dios, como padre.
A Denver acudió en 1993 medio millón de jóvenes, convocados tras las Montañas Rocosas, bajo la cita de San Juan "Yo vine para dar vida en abundancia". Fue en este encuentro donde Juan Pablo II instauró el ´via crucis´, que es el recorrido de las diferentes momentos vividos por Jesucristo desde que fue aprehendido hasta su sepultura.
La JMJ de 1995 se celebró en Manila, la más multitudinaria de la historia con cinco millones de asistentes. Para esta ocasión, el lema se basó en la cita del Evangelio de San Juan "Tal y como el Padre me envió, yo os envío a vosotros" y el himno se tituló ´Cuéntale al mundo de su amor´.
París fue la capital elegida en 1997 para festejar la doceava Jornada Mundial de la Juventud, bajo la frase, también de San Juan, "Maestro, ¿dónde vives? Ven y verás". Allí, Juan Pablo II dijo al millón de jóvenes reunidos en el Hipódromo de Longchamp: "vuestro camino no se detiene aquí. El tiempo no se para hoy".
Dos años más tarde, en 2000, coincidiendo con el Jubileo, tres millones de jóvenes de todo el mundo acudieron a la llamada del Papa a Roma, que para la ocasión eligió la frase bíblica "El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros". El himno, ´Emmanuel´ es el más conocido de todos los compuestos para la JMJ.
El encuentro en la ciudad canadiense de Toronto en 2002 fue el último en el que participó Juan Pablo II, ya que falleció en abril de 2005, justo antes de celebrarse el de Colonia. "Ustedes son la sal de la Tierra... son la luz para el Mundo" fue la frase de San Mateo para la ocasión.
La Jornada Mundial de Colonia fue la primera en la que participó el Papa Benedicto XVI y acudieron más de dos millones de jóvenes con la cita de San Mateo "Hemos venido a adorarle", referida al capítulo de la Adoración de los Reyes Magos, cuyas reliquias precisamente están custodiadas en esa ciudad.
La ciudad australiana de Sidney, en 2008, representa el último encuentro internacional anterior al de Madrid y reunió al menor número de participantes de la historia de la JMJ (300.000). El tema sobre el que giró esta cita fue el Espíritu Santo.
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